Reflexiones de una blogger II

Hola!

Espero que estéis pasando un buen verano y a los que aún no han podido irse de vacaciones ¡ánimo!

El motivo de escribir la segunda parte de esta entrada  es porque necesito vuestra opinión. No es la primera vez que paso por una etapa así  y cada cierto tiempo me planteo si merece la pena seguir con esto o no.

No es nada fácil mantener un blog de belleza, aunque pueda parecer lo contrario y mucho menos cuando estás en paro y no puedes invertir en él todo lo que debieras, teniendo que conformarte con una plataforma gratuita con las limitaciones que ello conlleva.

Por eso me molesta tanto cuando leo a gente diciendo que si un blog no se actualiza al menos un par de veces a la semana significa que la persona que hay detrás no tiene interés en él. A veces no se puede invertir en un blog y eso no significa que la persona que hay detrás no esté interesada. Y por invertir no me refiero sólo a tiempo, sino también a dinero.

No es lo mismo una plataforma gratuita (como es mi caso) en la que tienes opciones limitadas que tener tu propio dominio web. Para eso hace falta dinero y un profesional que te ayude con el diseño, la programación…etc. Todo eso tiene un mantenimiento y hay que pagarlo. A no ser que seas un as en estos temas y los puedas hacer tú mismo, que no es mi caso.

No puedo comprar productos con tanta asiduidad como yo quisiera para poder probarlos y hablar de ellos en el blog, básicamente por dos motivos: primero, que no me lo puedo permitir económicamente y segundo, que tampoco quiero acumular por acumular y siempre intento ser racional en mis compras (aunque soy débil y no siempre lo consigo). Procuro adquirir productos que sé que voy a utilizar y no por el simple hecho de probarlos para hacer una review o porque sean los productos de moda y me quiera subir al carro.

Además de todo esto, no sé a ciencia cierta si lo que hago gusta o no gusta. Como he dicho en varias ocasiones, este blog lo inicié por dos razones: porque me encanta el maquillaje y porque me apasiona escribir, por lo que en este espacio puedo dedicar mis esfuerzos a disfrutar haciendo las dos cosas que más me gustan. Y de ahí vienen mis dudas.

Cuando escribo mis entradas reflexivas o más críticas siento que hay cierto malestar que me puede llegar a perjudicar. Hay gente a la que le gustan mucho y gente que se molesta por ellas. Sé que incluso hay gente que me ha dejado de seguir por este motivo y me da mucha pena. Yo no concibo un blog, sea de lo que sea, sin escribir, sin opinar, sin reflexionar. Es algo que me gusta y al mismo tiempo creo que de vez en cuando es bueno hacer una crítica a todo lo que nos rodea en el mundo beauty, no como una ofensa o un ataque, sino como una reflexión. Pararnos y pensar, dudar y si es necesario, criticar. Porque es muy sano diferir y tener opiniones encontradas. Es muy sano discutir y razonar sobre ciertas cosas, aunque no pensemos lo mismo. No todo es maravilloso y de vez en cuando hace falta tomar un poco de distancia y ver las cosas desde el otro lado de la valla. O eso creo yo.

Como ya sabéis, llevo muchos años como seguidora de otros blogs y de canales de youtube de belleza y veo que en muchos casos las entradas consisten básicamente en mostrar las cosas y no en opinar o dar información. Cuando yo hago una entrada sobre un producto me gusta hablar sobre él y dar mi opinión largo y tendido y pienso que quizá eso sea un hándicap a la hora de dar difusión al blog.

A veces me da la sensación de que  a la gente no le interesa leer sino ver y yo no concibo este espacio sin palabras o con un texto escueto y de redacción pobre.

Las fotos son un aspecto visual del blog muy importante y ahí tengo otro problema. No dispongo de un equipo de fotografía profesional o de una cámara réflex como casi todas las personas que se dedican a esto, por lo que siento que mi blog cojea bastante en ese aspecto y me puede perjudicar ya que mis fotos pueden no resultar tan atractivas a ojo del lector.

Las redes sociales juegan un papel muy importante a la hora de dar difusión al blog ya que a través de ellas podemos hacer que nuestro contenido llegue a más gente. Pero, ¿es necesario tener una cuenta en todas y cada una de las redes sociales? Pues no lo sé. Probablemente los expertos en estos temas dirían que sí, pero yo no estoy muy segura. En mi opinión es preferible tener dos redes sociales bien atendidas en vez de tener muchas y no tener tiempo para llevarlas todas al día. Además, eso supone estar todo el día conectada y yo ni siquiera tengo acceso a internet desde el móvil…Me limito a conectarme cuando estoy en casa o cuando estoy en algún sitio con wifi gratis.

Sé que muchas personas prefieren Facebook o google+  en vez de Twitter y otras que prefieren Snapchat a Instagram. No se puede satisfacer a todo el mundo. Hagamos lo que hagamos siempre habrá alguien descontento. Y sobre todo, somos personas y detrás de cada blogger y de cada youtuber hay una vida propia que tenemos que vivir. Yo, ni quiero ni puedo estar todo el día enganchada a internet, aunque parece que en este mundillo la demanda y exigencia de acceso a la red es cada vez mayor.

Detrás de un blog hay muchas horas de trabajo. No se trata de hacer cuatro fotos a la carrera y escribir un par de párrafos en una hora y publicar tal cual. Hay que invertir mucho esfuerzo y tiempo que en la mayoría de ocasiones no se ve, ni se aprecia e incluso podemos llegar a sentir que hemos hecho todo ese esfuerzo en vano.

Hay que hacer muchas fotos, porque nunca salen las fotos perfectas a la primera. Hay que editarlas. Hay que leer y documentarse para hablar de ciertos temas. Hay que redactar, pensar en cómo estructurar el texto, corregirlo y darle muchas vueltas para que las ideas estén bien redactadas. Hay que encajar las fotos en el texto, que éste no tenga faltas de ortografía ni errores gramaticales. Leerlo varias veces antes de publicarlo, siempre viendo qué puedo mejorar o cómo puedo ilustrar con palabras lo que estoy describiendo en ese momento.

No siempre estoy satisfecha con los resultados porque no siempre se ven los frutos del esfuerzo. Es muy frustrante ver que tras todo ese esfuerzo publicas una entrada y sólo la leen tres o cuatro personas. Luego veo por ahí blogs con entradas de redacción bastante pobre y con un montón de comentarios de lectoras diciendo cuanto les gusta tal o cual. Y lo que más me choca: que la persona o personas detrás de ese blog no interactúan con la gente. Aun así parecen tener un éxito enorme que me hace pensar que a lo mejor hay algo que yo estoy haciendo mal. Y no sé qué es.

Por eso me gustaría conocer la opinión de mis lectoras, tanto de las que son asiduas como de las que vienen por aquí de manera ocasional. Me gustaría que me hicierais saber qué es lo que os gusta de mi blog y lo que no. Qué es lo que creéis que debería mejorar. Qué es lo que debería suprimir. Por qué leéis mi blog y si dejasteis de hacerlo me gustaría saber qué fue lo que no os gustó.

No sé, es que tengo la sensación de que estoy dando palos de ciego y de que mi blog se está convirtiendo en un espacio fantasma. En ocasiones parece que estoy hablando sola, como si no hubiera nadie al otro lado de la pantalla. O a lo mejor el problema soy yo y no soy consciente de ello. A lo mejor estoy haciendo algo que no gusta o estoy llevando mi blog en la dirección equivocada…

Hay días que me planteo dejar de hacer todo esto porque me obsesiona la idea de que mi blog no gusta y al final la desecho porque me pueden las ganas de escribir. Soy consciente de que hay muchos blogs ahí fuera y de que es muy difícil hacerse un hueco. Tampoco aspiro a ser la número uno pero es que este habitual silencio me desconcierta. Mucho.